Porque generalmente se confunde y algunos tienen distintas concepciones de la solidaridad. A partir de las concepciones que pueden tener, se genera de alguna manera la acción particular del sujeto.
Hay concepciones de la solidaridad, que tienen que ver, por ejemplo, con una actitud de vida. La actitud de vida solidaria tiene que ver con la cotidianeidad, con el hacerse cargo del otro. Cuando digo hacerse cargo, me refiero hacerse cargo de la carga emotiva, social, de la carga laboral, o la carga de sus problemas familiares. Ser solidarios tiene que ver con compartir esa mochila, para que al otro le sea más leve.
Pero en esta actitud de vida algunos entienden que ser solidario es destinar una porción de su salario mensual a la ayuda de los más carenciados. ¿Quién podría decir que esto no es ser solidario? ¿Quién podría despreciar la ayuda que uno destina mensualmente a los sectores más necesitados como organizaciones no gubernamentales, como centros de jubilados, como comedores o copas de leche? Algunos conciben esta solidaridad a partir de determinar, de conceder una parte de ese dinero, de ese trabajo mensual para los más necesitados.
Hay otra concepción de solidaridad que tiene que ver con la ayuda fraterna, con la palabra...
Algunos hacen solidaridad y operan a través de esta concepción de solidaridad particular: el dar un mensaje de aliento, una palabra de ayuda…en sentarse a escuchar al otro. La pregunta es exactamente la misma: ¿Quién podría decir que eso no es un acto solidario? En todo caso ¿quién podría despreciar una palabra de aliento, un abrazo, una mano que se apoya en el otro para hacer de esa mochila sea más leve?
Hay otras posturas de solidaridad que tienen que ver básicamente con la proyección a futuro, el proyectar a futuro y decir: “yo quiero un mundo mejor”, “me comprometo para un mundo mejor” y “en ese mundo mejor yo quiero vivir”. Esta proyección futura va a la par de una solidaridad que se equipara con la retórica, es similar a esta cuestión de ayudar al otro a través de la palabra pero a través de un mensaje que sea general. Un mensaje que se encarne como filosofía de vida, un mensaje que trascienda esta ayuda económica, esta palabra de aliento, esta actividad de voluntariado social, que algunos también conciben como trabajar voluntariamente un fin de semana, los sábados. Sistematizan sus sábados para ayudar a un otro, un otro que tiene que ver con una fundación, ayudar por ejemplo a través de la ropa que no se utiliza en casa, los juguetes. Un otro que tal vez necesita un presente, y que lo acompañen en un día del niño, en una fecha particular.
La pregunta vuelve exactamente al mismo lugar: ¿Quién podría decir que esto no es solidaridad?
Pero para cerrar esta breve reflexión ¿Qué es la solidaridad? ¿Es el conjunto de estas acciones? ¿Es el conjunto de estas concepciones? ¿Estas concepciones deben trabajar individualmente o conectarse para hacer de la solidaridad un peldaño mucho mayor para nuestra sociedad? Que sea una actitud de vida, que sea una cuestión económica, también que sea una cuestión de articulación, de vinculación con el otro…pero que también sea un mensaje y una actitud de vida constante. La solidaridad encarna distintas representaciones en nuestra sociedad actual.
Ahora ¿Cuál es la sociedad que queremos nosotros? ¿Queremos una sociedad fraterna, solidaria? ¿Queremos una sociedad que nos ayude a mejorar, a transformarnos, que nos ayude también a transformar la sociedad en este círculo que constantemente se plantea, de transformanos transformar la sociedad?¿Qué solidaridad queremos emplear?
Y en todo caso, para unas posiciones que tienen que ver con el análisis de la realidad social. ¿Llegaremos al punto en que no necesitemos ser solidarios porque las cosas ya están dadas, idealmente, y que la solidaridad quede más allá, como una actitud bondadosa y no como acciones concretas? ¿Llegaremos al punto que nuestra sociedad llegue a elevarse moralmente e intelectualmente?
Este es el desafío que plantemos el día de hoy en “El Candidato”, pensar la solidaridad. Vos que estás del otro lado: ¿sos solidario? ¿en qué momento? ¿te das minutos, te das horas en la semana? ¿te das días, te das meses? ¿te das pensamientos, te das acciones? ¿te das la posibilidad de tener sentimientos bondadosos hacia el prójimo?
El desafío está planteado, espero que de este programa te lleves un pedacito a tu casa para que lo puedas pensar.
Editorial de "El Candidato", por Martín Capasso. Edición del 4 9 2014.
Mirá la editorial completa en el siguiente video:
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